Después de un sueño medio reparador salí a dar un paseo y conocer la parte vieja. Subí en teleférico a las murallas y desde allí hice el recorrido que recomienda la guía de la LP.

Resulta curiso el contraste que hay de zonas totalmente abandonadas de otras que están muy bien conservadas. Me parece un lugar «amable», fácil de callejear y rincones interesantes.
La ciudad está salpicada de iglesias, en su mayoría ortodoxas. Tuve ocasión de ver dos bodas y un bautizo!. Todo muy sencillo, muy íntimo, nada que ver con España.
El Museo Nacional está muy bien, merece mucho la pena por 5 GEL. Después de cinco horas de paseo y perderme un poco por ambos lados del río, me fui a descansar. El calor es sofocante y húmedo. La verdad es creo que con un día aquí es suficiente…
Después de unas consultas, me iré mañana en el «tour» que organiza el hostel para ir a Davit Gareja. Sale más económico que ir por mi cuenta, así que toca bus turístico! Me voy a ver cuevas…